Un kōan es, en la tradición zen, un problema que el maestro plantea al novicio para comprobar sus progresos. Muchas veces el kōan parece un problema absurdo, ilógico o banal. Para resolverlo el novicio debe desligarse del pensamiento racional y aumentar su nivel de conciencia para adivinar lo que en realidad le está preguntando el maestro, que trasciende al sentido literal de las palabras.
La respuesta de este kōan no se puede dar con palabras. Decir “Dios”, “la nada”, “el universo”, “la fórmula primera”, etc. Son actos de intelectualismo que revelan que la mente aún está buscando comprender la realidad por medio de sueños. Se responde con una actitud de completo vacío mental, con una exclamación, una risa, un canto, o nada.
Después de la respuesta hay que volver al vacío, olvidándose del kōan.
DIOS – UNO – SER
Hermoso, el vacío, la paz
MUERTE – VIDA
La existencia del ALMA
HUMANO – ALIEN
El ciclo de la vida
TODO – NADA
ODIO – AMOR
DUALIDAD
ENERGIA
ETERNIDAD