La Belleza humana, según Wikipedia
La caracterización de una persona como «bella», ya sea de forma individual o por consenso de la comunidad, a menudo se basa en una combinación de belleza interior, que incluye los factores psicológicos —tales como congruencia, elegancia, encanto, gracia, integridad, inteligencia, personalidad y simpatía—, y belleza exterior, es decir, atractivo físico, que incluye factores físicos —tales como juventud, medianidad, salud corporal, sensualidad y simetría—.
La belleza interior es un concepto usado para describir los aspectos positivos de algo que no es físicamente observable.
Aunque la mayoría de especies usan los rasgos físicos y feromonas para atraer a su pareja, algunas personas dicen confiar en la belleza interior de sus elecciones.
Las cualidades como la amabilidad, la compasión, la creatividad, la inteligencia, la sensibilidad o la ternura se han dicho que serían deseables desde la parte emocional, ya que constituyen los valores que hacen a una persona agradable, buena e interesante en su forma de ser.
Fealdad
La fealdad es una propiedad de una persona o cosa que no es agradable de mirar y trae como consecuencia, una evaluación muy desfavorable. Ser feo es ser poco estético, repulsivo u ofensivo. Al igual que su opuesto, la belleza, la fealdad implica un juicio subjetivo y esta por lo menos en parte, en el "ojo del observador", tampoco se debe olvidar la influencia ejercida por la cultura del "observador". Así, la percepción de la fealdad puede ser errónea o miope, como en el cuento de El patito feo de Hans Christian Andersen.
A pesar de que la fealdad es normalmente considerada como una característica visible, también puede ser un atributo interno. Por ejemplo, una persona se puede considerar atractiva por fuera pero por dentro irreflexiva y cruel. También es posible estar de "mal humor", que es un estado interno de desagrado temporal.
La fealdad es algo que esta en la mente, esta tiene su origen en la consideración del "ojo observador" y de la autoestima que se desarrolla en las personas al ver los estereotipos de hombres y mujeres agradables a nuestros sentidos de percepción.
Continuemos con el tema…
Gilles Lipovetsky, filósofo y sociólogo francés, afirma que, durante casi cinco siglos, la celebración de la mujer bella era un culto de tipo aristocrático. Pero este hecho se fragmenta en el siglo XX cuando los medios masivos como la prensa femenina, la publicidad, el cine, la fotografía de modas y la televisión, difundieron las normas y las imágenes ideales de lo femenino. Así, las modelos y actrices salieron del reino de lo excepcional e invadieron la vida cotidiana; y la industria aprovechó la circunstancia para fabricar cosméticos y variedad de productos de belleza.
Actualmente casi todos los principios e ideales del bello sexo han saltado en pedazos poco a poco. Imágenes, consejos y cánones de belleza se han difundido en los massmedia desde hace unos años, llenando de pajaritos las cabezas de muchísimas mujeres.
La artesanía y lo natural ha cedido el paso a la industrialización de prácticamente cualquier producto en el mercado actual. La belleza femenina se ha desprendido por completo de los valores clásicos de tal definición. Las prácticas de la belleza son legítimas cada vez más pronto y cada vez más tarde. A través de la cirugía estética y los productos de cuidados faciales y corporales, se trata de triunfar sobre los defectos físicos y los estragos del tiempo.
Durante siglos, la glorificación del bello sexo fue obra de poetas y artistas, ahora lo es de la prensa, así como de las industrias del cine, la moda y los cosméticos. Henos aquí en el estado terminal de la belleza.
Se ha iniciado un nuevo ciclo histórico sobre un fondo de profesionalización del ideal estético (estrellas de cine y modelos) y de consumo de imágenes y productos de belleza, difusión generalizada de las normas e imágenes estéticas de lo femenino…
Supongamos que lo tienes TODO: Eres la más hermosa mujer entre todas las de tu entorno social, gozas de gran belleza, un cuerpo esbelto y sexy para cualquiera, estas en tu peso ideal, llevas siempre el peinado ideal y vistes a la moda más actual, todas quieren ser como tú.
¿Qué te aporta todo esto a tu vida?, ¿es como te esperabas?, ¿eres realmente lo feliz que creías que serías?, ¿te interesa algo más que el culto a tu cuerpo?, hola ¿hay alguien ahí?…
Dibujando la realidad
La realidad siempre va a ser diferente a lo que esperas, no existe la futura o esperada felicidad gracias a mejoras estéticas y culto a la materia.
Seguramente estás en tu peso a base de sacrificar una buena alimentación variada y nutritiva, por una vida a base de dietas estrictas y con falta de muchos nutrientes esenciales, que te hacen estar de mal humor casi siempre y renunciar a todos esos pequeños pecados mortales envueltos en regalos calóricos, que tanto nos gustan a todos.
Lo más probable es que al llegar a la edad adulta te hayas operado ya para aumentar tu pecho o corregir tu nariz; si todavía eres virgen en cuanto a operaciones de estética se refiere, no desesperes, tarde o temprano te verás casi obligada a hacerte alguna lipo o estiramiento de la cara, cuando veas que llegas a los 50 y todas tus amigas lo hacen.
Evidentemente eres una gran adicta a los cosméticos de todo tipo, como no, las cremitas y los maquillajes son tu vida y sin ellos no puedes salir a la calle decentemente acicalada.
Cada mes te compras algún trapito, aunque solo sea una camiseta del Zara, total, son muy baratas… porque si no, no estás a la última y no puedes permitirte llevar esa misma chaqueta que todos te vieron el año pasado… ¡serías una cutre!, hay que renovar el armario… ¡Es de vida o muerte! Y no nos olvidemos de los taconcitos, que no puedes dejar de llevar para parecer más alta y realzar tu figura…
Y los hombres ¿Cómo lo ven?
El hombre acepta el culto de la belleza y la mujer se enorgullece al presentarse ante él, como una modelo salida de una revista, de una pantalla de cine o de una pasarela de modas. A nuestros “machos Alfa”, les encanta lo que ven cada día en la tele, en revistas y si lo pueden tener también en casa, mejor que mejor… Sí, ellos también forman parte del engaño y la manipulación y si no se dan cuenta a tiempo, creo que también caerán sin más remedio en las redes de “la belleza capitalista”.
¿Quién tiene la culpa?
¿La publicidad? El discurso publicitario es un proceso que se inscribe en un ‘querer ser bella’ o un ‘querer seguir siendo bella’.
El discurso publicitario tiene la característica de alta intensidad que se asigna a ese querer y se refuerza a través de productos que te intentan vender como los gimnasios, los spa, los centros de estética y de belleza que abundan en las ciudades modernas…
La “fiebre de la belleza” en un mundo rendido ante el capitalismo, conlleva la multiplicación de productos, procesos de aplicación o quirúrgicos que hacen viables y posibles los cambios necesarios que requiere una mujer para inscribirse en el canon de belleza dominante que se fomenta hoy en día.
¿La educación? ¿Es posible cambiar estas actitudes que vamos adquiriendo desde muy temprana edad, por otros valores de vida, realmente éticos, y que en vez de crear “Feminas-autómatas” se pueda fomentar una belleza realmente diversa y característica e individual de cada persona?
Para ello, la educación es un valor realmente importantísimo. Desde niñas nos empapamos con las múltiples tonterías acerca de esos cánones de belleza con los que se supone que nos hemos de identificar. Son nuestras propias madres las que (y sin ser la mayoría de ellas conscientes…) nos inculcan esos pobres valores que en un futuro aplicaremos hacia nosotras mismas.
Y cómo no, nuestros estimados políticos. Sí, porque sin la ayuda que prestan permitiendo que la sociedad se transforme en “almas copia”, en copias andantes, unas calcadas a otras, el mundo, como siempre digo, sería muy diferente.
Nuestros estimados gobernantes, han creado también el estado-copia en el que vives. Ellos son los que aprueban leyes y los que permiten a las empresas vender casi cualquier cosa, con tal de seguir aumentando la pelota con su fino hilo de oro.
Lo peor…
Lo peor de todo es que esta culturilla barata del culto al cuerpo, se ha convertido en una adicción para la mayoría de mujeres del primer mundo, yo la primera, pues aun a sabiendas de todo esto, siempre tiendo a verme defectos y tonterías varias en mi cuerpo… y esto hace que me dé cuenta de cómo nos pueden manipular y cual es el nivel de adicción que se impregna en nosotras DE POR VIDA.
Esta adicción maligna y repulsiva, lleva a muchas mujeres de todas las edades a contraer enfermedades crónicas de las que tendrán que acarrear serios problemas durante toda su vida, anorexias y bulimias conviven con todos alegremente; vigorexias y depresiones varias, llenan las consultas de muchos Psicólogos que tristemente ya se han especializado en estos temas…
Aunque la publicidad no es la única culpable, ya que en el fondo ella tan sólo nos ofrece un producto, cual “Reina mala” le ofrecía la manzana a Blancanieves, en nosotras está el aceptarlo o rechazarlo, es así de fácil… o difícil, tu eliges.
Lo peor es saber de niñas que se suicidan, por no estar dentro de esos parámetros inviables, por propia naturaleza, para muchas y que les hace que se expriman el cerebro, en busca de alguna solución milagrosa para verse mejor… en definitiva para ser aceptada en esta sociedad de ovejas Dollys.
Otra realidad es posible, dale la vuelta a la tuya
Todas queremos estar guapas, que nos vean las mejores… que nos quieran en definitiva. Creo que es precioso el que cada una de nosotras exprese lo que ES o cómo se siente en su manera de SER, de vestir o de llevar el pelo; pero debería ser libertad de cada una de nosotras el poder dejarnos llevar por nuestra creatividad interior y “de verdad” poder expresarlo exteriormente, sin necesitar de nadie que nos diga cómo hemos de hacerlo.
Sé que tal vez dirás – ¡esta tía esta loca!… o tal vez pensaras – sí, tiene razón… Pero mañana continuarás a lo tuyo, porque es más fácil pasar y creer que no podemos hacer nada. Te equivocas, esta es otra de las grandes batallas que las mujeres debemos ganar, que TODOS debemos cambiar para vivir en nuestro mundo feliz que sí existe y sí lo podemos crear entre nosotros mismos.
Vete fijando en lo que nos inculcan a través de la caja tonta, por ejemplo, y a lo mejor cambias de idea…
"Espejito, espejito en la pared, ¿quién en la tierra es la más bella de todas?" a lo que el espejo siempre responde: "Tú, mi reina, eres la más bella de todas". Pero cuando Blancanieves llega a la edad de siete años, llega a ser tan hermosa como el día, y cuando la reina le pregunta a su espejo, este responde: "Reina, estás llena de belleza, es cierto, pero Blancanieves es más bella que tú". Aunque en otra versión el espejo simplemente responde: "Blancanieves es la más hermosa de todas"…
¿TE ATREVES A SER TÚ MISMA?
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