"La actividad más importante que un ser humano puede lograr es aprender para entender, porque entender es ser libre"
Baruch Spinoza
Black Friday Shopping Chaos
Después de ver estas divertidas imágenes solo podemos pensar una cosa: PENOSO.
Es penoso ser testigos del vergonzante espectáculo viviente que miles de seres humanos realizan cada dos por tres rindiendo pleitesía al Dios Capitalista. Es penoso ver como la gente se pelea, discute, araña, grita, patalea, insulta y se deja la piel -casi literalmente- por obtener una prenda… que encima ¡tendrán que pagar!.
Es duro ver como todos exhiben sobre sus carnes –orgullosos y crecidos- las ropas de “marca”, que más que decir marca deberíamos decir marcados, pues la mayoría de ellas llevan bien visible el logotipo de su empresa explotadora de seres humanos esclavos a los que mal paga y hacen malvivir por su marca, esa que todos llevan con tanto orgullo y bien visible para que la podamos admirar¿?, y por la que han pagado, ¡claro!…
Es decepcionante observar como la cultura y la sabiduría han sido substituidas por el culto a la “marca de la bestia” y la adoración por el consumo en general, al que nuestros propios gobiernos nos animan a continuar realizando, en su nuevo mensaje del “todo va viento en popa”, en lugar de cambiar alguna de las millones de cosas y causas que han propiciado que estemos donde estamos, es decir: que nos hallamos convertido en devora mundos.
Sí, nos encontramos inmersos en un despropósito de humanidad donde el único fin, la única meta es consumir hasta morir.
Pero ¿Cómo han conseguido convertirnos en Zombies consumetodo? Observemos las armas con las que nos influyen desde pequeños:
OBJETIVO: CONSUMISMO COMO FORMA DE VIDA - Afán por comprar bienes indiscriminadamente, aunque no sean necesarios.
HERRAMIENTAS PARA EL FIN - Inversión ilimitada en publicidad de todo tipo para llegar al mayor número posible de humanos. Fabricación de productos bajo la premisa de la obsolescencia programada. Potenciar sensación de apego en las personas con el fin de lograr que se identifiquen y adquieran una necesidad por los diversos productos de consumo. Crear tendencias de consumo a las que denominaremos “moda” para guiar a las personas en sus pensamientos y reconducir sus ideas hacia nuestra doctrina. Influenciar a la opinión pública a través de la cultura, ejerciendo la mayor presión social que se pueda obtener para determinar los deseos de las personas. Reclutar a famosos y artistas de toda índole como agentes comerciales, que servirán a la causa por su enorme influencia social. Crear en las sociedades la idea de consumo como necesidad primordial en sus vidas.
ADOCTRINAMIENTO LOGRADO - Consumir se ha convertido en sinónimo de felicidad. “cuanto más consumo, más feliz soy”
Ahora veamos con qué contamos nosotros. ¿conseguimos pensar con nuestro propio criterio sin influencias de ningún tipo?
Veamos:
Somos un Ser con un cerebro que se encuentra influenciado por la estúpida doctrina consumista en cuanto llega a este mundo. Desde siempre somos avasallados y seducidos por las mil artimañas de la religión consumista que nos induce a la adquisición de objetos y cosas –inútiles total, la mayor parte de ellas-, que harán de nosotros al llegar a nuestra edad adulta, unas personas adictas al consumo. Pero como toda adicción, salir de ella es una tarea muy difícil y complicada, aunque no imposible.
Para muchos su vida se reduce a:
TRABAJO - Que en la mayoría de los casos no nos entusiasma y al que dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo. Un trabajo por el que damos vidas enteras y del que solo obtenemos dinero que nos servirá principalmente para seguir el ciclo de consumo (muchos se autoconvencen a sí mismos de que el trabajo sirve para sobrevivir, que sin él pereceríamos, pero no tienen en cuenta que si viviéramos en un sistema diferente, con un funcionamiento distinto, no dependeríamos del trabajo para sobrevivir, pues lograríamos que la abundancia llegase a todos por igual y el reparto de bienes daría para construir un mundo mucho más justo, solidario e igualitario… pero esa es otra historia de la que nadie se permite ni hablar ni pensar, aunque es una historia que perfectamente se puede lograr)
FAMILIA - Poca dedicación siempre por falta de tiempo, que nos quita la enorme dedicación al trabajo o a buscarlo. de echo el sistema también se ha encargado de separar a las familias cada vez más y el sistema de consumo ha creado generaciones de niños con tal volumen de objetos para “jugar” y acceso fácil a todo tipo de cosas, que no valoran el esfuerzo, no saben lo que es el fracaso y crecen con escasos valores humanos por los que hacerse mejores personas y evolucionar individualmente se les hace cada vez más difícil. Son generaciones en las que su única motivación es el consumo y la adquisición de los últimos modelos de “lo que sea”.
CONSUMO - A él le dedicamos gran parte de nuestro tiempo. Solos o en familia, con trabajo o sin él, ricos o pobres, todos pasamos largo tiempo consumiendo todo tipo de productos de su descomunal oferta. Porque tengamos más o menos, siempre hay “algo” que podemos adquirir.
Nunca nos paramos a pensar realmente en el futuro, y ese futuro es el que estamos creando hoy en día, es el que dejamos a nuestros hijos, un futuro de escasez planetaria, de pobreza extrema donde ya no habrá nada que hacer… pero claro, ¡nosotros no estaremos aquí para verlo o padecerlo!
No nos conformamos con tener el armario rebosante de ropa como para vestir a varias personas, ropa que la mayoría no usamos porque es del año pasado... ¿Nos hace mejor persona el tener el último modelo de Iphone, la camiseta de marca o la Play 4?, por cierto, sabes donde se fabrican todas esas cosas, ¿verdad?. Sabes que por cada cosa que consumes existe alguien en el mundo pasándolo mal, sufriendo y muchos incluso suicidándose para sacarse un mini sueldo que no le llega ni para vivir dignamente y lo mantiene esclavizado de por vida…
Ante una terrible ola de suicidios, la empresa Foxconn Technology, proveedor taiwanés de componentes para Apple en su fábrica del sur de China, se vio obligado a tomar varias medidas radicales, como pedir a sus empleados que se comprometan por escrito a no quitarse la vida y a aceptar un tratamiento psiquiátrico “si su estado físico o mental es anormal”, informó la prensa local.
La obsesión por el crecimiento ha eclipsado la preocupación por la sostenibilidad, la justicia y la dignidad humana. Pero las personas no son desechables - el valor de la vida se encuentra fuera de el desarrollo económico.
Y lo más triste es que todos están esperando a que el mundo de la abundancia de antaño vuelva a nuestras vidas, siguen esperando para volver a ganar mucho dinero y volver a comprar todo cuanto quieran, "da igual el resto del mundo, mientras yo esté bien..."
Vivimos en un mundo consumista sin fin ni principios. Un mundo donde los propios gobernantes –aquellos a los que escogemos como guías-, han sucumbido ante la manzana podrida de la serpiente, ante los deseos de corporaciones que se han convertido en las reinas del baile, donde ellas ordenan y llevan a cabo su maquiavélico plan para que todos hagamos lo que quieren: Consumir. Con la finalidad única y exclusivamente de ganar dinero.
Sí, unos pocos en todo el mundo se beneficien de la droga puesta en nuestro camino, una droga más dura de lo que imaginamos, una que nos hace odiarnos, pelearnos y dar rienda suelta a nuestro más oscuro sentir. una que nos consume por dentro y por fuera y de la que no somos capaces de prescindir, una que nos hace creer que la amamos, que sin ella no podríamos ser felices¿?.
Si los gobiernos de todo el mundo no son capaces de cambiar NADA, es evidente que debemos tomar las riendas de nuestra vida cada uno individualmente, cada uno de nosotros tenemos el deber de cambiar el rumbo y corregir una tendencia que solo nos lleva al desastre. De ese cambio nacerá un nuevo modo de manifestarnos, de sentir y vivir.
No podemos continuar permitiéndonos este desgaste planetario. No podemos seguir viviendo como zombies.
Si llegamos a convertirnos en adultos adquiriendo la consciencia necesaria para comprender mejor el mundo en el que nos desarrollamos, si somos capaces de hacernos responsables de nosotros mismos y de nuestra propia vida, ello conlleva implícitamente la responsabilidad para con nuestro hábitat, nuestra forma de vivir, nuestros actos y nuestra manera de pensar y actuar en el mundo.
Si eres consciente de tus errores, de tus miedos, de tus despilfarros o gastos inútiles… eres consciente de la necesidad que te debes a ti mism@. La respuesta a tus dudas es seguir adquiriendo más conciencia.
Es ese conocimiento el que te hace mejor persona, el que te hace comprender mejor tu situación o el porqué has llegado donde estás. El conocimiento nos hace fuertes y sabios, nos ayuda a cambiar nuestra mente y nuestro entorno y ello conduce sin duda a la mejora de tu propio ser y con ello a sentir más y mejor felicidad.
Porque la felicidad no la hallaremos en lo material, no la encontraremos en los centros comerciales o dentro de las bolsas de ropa u objetos miles que satisfacen a nuestro cerebro tan solo por un rato. si en algún lugar se halla la felicidad es en tu interior, es en el orgullo de ver que ayudas, apoyas, aprendes, ríes, sueñas, mejoras, amas… Todo lo demás no es más que un espejismo pasajero que nos mantiene eternamente sumidos en el desierto…
En estos días contamos con algo que puede jugar a nuestro favor: LA CRISIS.
Sí. Aunque nos parezca mentira, la enorme crisis mundial que estamos viviendo puede verse con sus millones de puntos negativos, o podemos verla como una GRAN OPORTUNIDAD para el cambio.
El cambio no es fácil, nunca lo es. Aunque el cambio es posible siempre que de verdad lo desees. La oportunidad es una puerta abierta hacia la creación de una alternativa real y diferente de modo de vida.
Se trata de hacerte consciente de como vives, valorando sobretodo tu entorno afectivo dejando de valorar por encima de casi todo el acceso al dinero y junto a él, el acceso a la droga número uno hoy día: el consumir.
Se trata de ser capaz de visionar tu vida desde fuera, de observarte de un modo objetivo. Es desde ese punto de vista cuando tienes mayor oportunidad de ver qué está fallando, que principios morales te mueven y cuales son los verdaderos objetivos en tu vida a los que deberías prestar atención.
No se trata de dejar de consumirlo todo, se trata de comenzar a consumir menos y mejor, consumir aquello realmente necesario; se trata de empezar a analizar nuestro comportamiento y hacernos conscientes de nuestros excesos para saber dosificarnos mejor y construir una mejor y más rica opción de vida, donde nos sintamos mejor con nosotros mismos y con nuestro entorno.
Se trata de saber qué necesitamos y de qué podemos prescindir. Se trata de vivir según nuestros valores… sí, esos valores que tal vez nunca hayas tenido en cuenta, esos valores que debemos cultivar para crear –individualmente y entre todos- un mundo diferente, más sabio, más compenetrado, más solidario, más justo, mejor.
Por cierto ¿A nadie se le ha ocurrido aunar las protestas contra el injusto sistema capitalista? Y que mejores días para manifestaciones masivas y la lucha por nuestros derechos ¡que en plena navidad!
En lugar de seguir protestando en el día, hora y momento que los poderosos quieren, como buenos borregos creyentes del capitalismo que somos, ¿por qué no manifestarnos en plena navidad?, mejor aún, la nochebuena, eso sí sería llamar la atención y quizás sí conseguiríamos DESPERTAR conciencias ¡que de eso se trata!. Pero claro, eso es imposible, porque tenemos que estar celebrando el culto al niño Dios, aquel que sirve para mantenernos en este profundo sueño y que guía a los borregos por el “buen camino”. Tenemos que estar todos juntitos en casa, con los nuestros, porque SOLO en estos días podemos celebrar nuestro amor.
En lugar de unirnos TODOS para evidenciar y llamar la atención del resto mundo sobre la dictadura real en la que estamos todos inmensos, nos dedicaremos a comprar regalitos y gastar el dinero que NO tenemos para seguir siendo buenos creyentes, y como tales, seguir una vez más celebrando una fiesta impuesta por el mismo sistema opresor del que seguiremos siendo cómplices y parte de él, mientras no nos hagamos conscientes y responsables del problema que conlleva.
Da que pensar…
Algún día seremos recordados como parte de una historia rocambolesca donde la humanidad entera sucumbió ante el Dios Consumo y se volvió loca. Si lo piensas bien, esta extraña etapa de la historia humana será única, efímera y vergonzosa. pues no existirá nunca más ni antes ni después de nosotros, una sociedad que se dedique única y exclusivamente a consumir su mundo. Será así, si es que no acabamos antes con el planeta entero. Aunque creo que pronto –sino es que se está dando ya-, alguien, alguno de esos/esas que tienen acceso real al poder en este lugar, se darán cuenta del camino que llevamos y verán la descomunal necesidad que debería existir en parar la máquina, en parar de consumirlo todo, en poner freno al desenfreno y al mal que dirige actualmente el rumbo del navío...
Aunque esto solo lo puede vislumbrar y cambiar alguien con potencial de líder, pero no de uno de esos líderes de pacotilla a los que estamos ya más que acostumbrados, sino uno de verdad, uno/una con capacidad para adolecerse del mundo entero, con capacidad para la compasión, la generosidad, el amor… Alguien que de veras se preocupe por el futuro de la humanidad y no por el suyo propio, alguien que piense primero en el bienestar de las personas y no en el de ganar dinero hasta el infinito y más allá. Alguien que sea capaz de motivar a la humanidad para que entre todos podamos dejar de consumirnos, de drogarnos, de mutilar nuestros cerebros y despertar al verdadero Ser que vive en nuestro interior y al que deberíamos cuidar más y mejor.
Se trata de dejar de atender a lo material para cuidar más y mejor a partir de ahora a lo inmaterial. Nuestro espíritu, nuestro sentir, nuestra alma, cuidar de nosotros, de los nuestros, de toda nuestra querida naturaleza y de querernos entre nosotros un poquito más y mucho mejor, porqué todos somos uno, todos somos parte de la humanidad.
Y MIENTRAS TANTO EN EL REINO DE LOS DURMIENTES…
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“Se dice que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, pero sólo el 17% de la deuda total corresponde a las familias”
Las 11 reglas del poder: esto es lo que hacen de verdad los que mandan
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