“En cualquier dirección que miremos y a cualquier profundidad que busquemos hallamos una elegancia e ingeniosidad de calidad absolutamente incomparable, la cual debilita muchísimo la idea de que son el resultado de la casualidad.
¿Sería posible creer que procesos que ocurrieran al azar pudieran haber creado un ente en el que la complejidad del elemento más pequeño —una proteína funcional o gene— supera nuestras capacidades creativas, un ente que es la antítesis misma de la casualidad y que sobrepasa en todo sentido cualquier producto de la inteligencia humana?”.
“No se puede concebir abismo más vasto ni absoluto que el que existe entre la célula viviente y el sistema no biológico más ordenado, tal como un cristal o un copo de nieve”
Michael Denton
La primera persona que se intereso en la observación del hielo muy muy de cerca fue Wilson Bentley, que desde su niñez sentía predilección por los fenómenos meteorológicos y a los 20 años consiguió fotografiar los cristales del hielo de una forma nunca antes vista. Capto la primera imagen de un cristal de hielo y se maravillo ante la enorme belleza que llevan consigo y que a simple vista somos incapaces de ver.
Bentley durante mucho tiempo fue considerado el primer fotógrafo de cristales de nieve (1885). Hasta que en 2010, se anunció que el alemán Johann Heinrich Flögel le había precedido, ya que en 1879 ya lo había logrado. Pero Bentley nunca cesó en su labor de captura y estudio de sus más de 5.000 cristales de nieve, no encontrando jamás dos iguales. Universidades de todo el mundo se interesaron por sus estudios que se publicaron en revistas, libros y periódicos.
Actualmente son muchos los que se dedican a esta preciosa técnica en la que tan solo se necesitan unas buenas lentes de gran aumento y como no, ¡nuestra querida nieve!. Hoy os traemos al artista Alexey Kljatov que nos enseña sus cristales mágicos.
“Capturo los copos de nieve en la terraza abierta de mi casa, sobre todo en una superficie de cristal, iluminada por una linterna LED del lado opuesto del vidrio, y en ocasiones con luz natural. También uso tejidos de lana oscura como fondo”.
Para conseguir sus macrofotos, Alexey construyó su propio equipo compuesto de lentes, maderas, tornillos y piezas de viejas cámaras. Si queréis saber el “cómo lo hizo”, solo tenéis que acceder a su web y leeros las instrucciones en inglés y ruso para reproducir la experiencia por vuestra cuenta. http://chaoticmind75.blogspot.ru/my-technique-for-snowflakes-shooting.html
Escoged bien el punto de conexión entre la cámara, la luz exterior y las maravillosas gotas de agua…